La naturaleza es sabia
del cielo su proceder,
el hombre no la conoce
y es la desgracia de él.

Es la mar de generosa
es la madre del querer,
nunca perdona una ofensa
pero nos dá de comer.

Con su actitud nos enseña
lo que tenemos que hacer,
en el reino de sus plantas
tiene el libro del saber.

Tiene el libro de la vida,
para el que quiere entender
que su gran sabiduría
crece poco en el papel,
ni en la mente de los hombres
porque no quieren leer,
en la escritura de las plantas
que está el espíritu del bien.