Al que desprecia la tierra
y también la trata mal,
con estos versos que escribo
yo le voy a recordar
que de la tierra saliste
y a la tierra volverás,
el trato que des a ella
ese mismo te dará.

Igual que cuidas tu cuerpo,
a la tierra debes cuidar;
por mucho bien que le hagas,
mucho más te devolverá.
Ella no nos pide nada,
ella todo nos lo da;
también nos dará el descanso
para nuestra eternidad.
Y seguirá produciendo
para los que vengan detrás.

Esa es la gran cadena
que Dios hace funcionar,
y sufre porque sus hijos
no quieren vivir en paz.

Cualquier padre de este mundo
bien lo puede comprobar.
Si sus hijos se pelean
y no se quieren amar.
Si aquí nosotros sufrimos,
Dios Padre sufre más.