Voy en busca de unas piedras
que se ocultan en el mar,
se desprenden por las olas
de arrecifes de coral.

Son bonitas y graciosas
y en el centro una espiral;
las llaman piedras «Jaquecas»
porque destruyen el mal.

Arrancándolo de cuajo
y arrojándolo a su mar,
para que allí se depure
y se convierta en coral.