Tres cosas tienen la tierra
que no se utilizan bien:
el aire que respiramos,
el agua para beber
y el calor que tenemos
que es placer amor y fe.
Fuentes de vida eterna
precisas para nacer,
precisas para vivir
para andar y correr.
Todo es regalo del cielo
del espíritu del bien,
que nos dió la libertad
para amar y querer,
al mundo en general
dando los frutos del bien.