He aprendido en la vida
que la materia es perfecta,
que su ley es divina
y nadie podrá vencerla.
Que está siempre a la vista
para aquel que quiera verla,
encerrando en su interior
dulzura, amor y guerra.
El hombre observador
aprende cosas de ella,
todo el que la trate bien
tendrá el bien por respuesta.