Hermano ¿por qué me envidias
sin motivo ni razón?
¿acaso Dios te ha negado
que tu hagas lo que hago yo?.
No consientas ser tentado.
Hermano, siembra el amor,
y estarás siempre encantado
de tu bendita labor,
y serás multiplicado
como el trigo y el arroz.
No siembres hermano envidia
que cosecharás dolor,
y habrá que segar espinas
en el campo del horror.