Todo ser de este planeta
nace inocente y confiado,
en los pilares paternos
y en las columnas de estado.
Los hombres que las componen
creo que nunca se han fijado,
en el daño irreparable
que hace el engaño al confiado.
Si pierdes la fe en tu padre
en tu madre y el estado,
¿Qué más se puede perder
en este mundo malvado?.