Cuando me acuesto de noche
y abro el libro del pensar,
veo de lo que es capaz el hombre
por no querer trabajar.

Por no aceptar el mandato
de su Padre Celestial,
siempre dice la mentira
nunca dice la verdad,
mientras que tenga en su mente
la codicia material.

Nuestra tierra se empobrece
cada vez un poco más,
porque no merece el hombre
el comer sin trabajar.