La verdad ofende al hombre
y al punto se escandaliza,
no quiere que le recuerden
su actitud de malicia,
ni quiere ser transparente
ni admite que le corrijan,
el siempre tiene razón
aunque el mundo se haga trizas,
se tiene por un santón
y él mismo se regocija,
Pero no engañará a Dios
por mucho que vaya a misa.