Hoy es tu santo
y te voy a regalar,
lo que en las tiendas no venden
-eterna felicidad-.
Porque tú la mereces
no es pasión de tus papás,
es porque eres obediente,
eres un brazo de mar.
Tú conoces a tus padres,
tú debes ser igual,
si un barco no te merece
que se hunda en altamar.