Debeis de tener paciencia
debeis de tener bondad,
porque en cuanto no tengáis,
tampoco podréis dar.
Esa es la gran cadena
que nunca tiene final,
es la vida sin principio,
es la vida sin final.

Lo que este mundo no entiende,
porque se niega a dar,
crecido cuanto recibe
como la tierra nos da,
como el sol del firmamento,
igual que el aire y el mar.

Quien este verso no entienda
fácil es de comprobar,
la tierra que les sostiene
demostrará que es verdad,
que ella devuelve crecido
siempre cuanto le dan.
Por eso ella no muere
y siempre hermosa estará.