Mandantes del mundo entero
os habla un corazón,
que ama como el primero
y sufre con su dolor.

Si Dios os dio inteligencia
para sembrar el amor,
¿Qué ha pasado en vuestros campos
para que nazca el dolor?.

Fuisteis todos elegidos
cada uno en su nación,
por vuestros propios hermanos
por voluntad del Señor.

Sí, para guiar al pueblo
no, para vivir mejor
que el rebaño confiado
del que os hicieron pastor.