Una mañana temprano
saliendo de casa compré «La Verdad»
y me llevé una sorpresa
de que España al completo
estaba entrampá.

Yo me quedé patitieso
de ver que el gobierno era Alí babá,
con uno o muchos jefes a la cabeza
mandando a los guardias
de su majestad.

Vaya estrategia que tiene
aquel genio astuto
que fue Alí babá.
Han transformado su cueva
en grandes palacios de plata y coral.