La ceguedad de los hombres
les va guiando al tormento,
construyéndose sus trampas
de asfalto, hierro y cemento.
Trampas de ingeniería
de los hombres del momento,
con menos sabiduría
que el arado y el jumento.
Nunca miran para atrás
es la forma de no verlo,
las ratoneras construidas
de asfalto, hierro y cemento,
donde el hombre está atrapado
por lo menos de momento,
hasta que miren hacia atrás
el arado y el jumento.
Y vean la gente que muere
por culpa de sus inventos,
que se convierten en trampas
de asfalto, hierro y cemento.