Los presidentes que amparan
a los ministros ladrones,
tienen gran delito por
cobardes y cabrones.
Cuando se agranda el ojal
no sujetan a los botones,
ya no se cierra la capa
y se caen los pantalones.
Se ven que son chorizos
los que se tenían por señores,
ya van cayendo del burro
ante todos los españoles.
He aquí unas secuencias
de una historia verdadera,
de un padre que sus hijos
le negaron obediencia.
Lo lloraron con dolor
enseñándole sus vendas
le pidieron un salvador
repartiéndose sus prendas.
Abusaron de su amor
agotando su paciencia,
confirmaron su dolor
por su gran desobediencia.
Silencio de la verdad
tormento del mundo entero.
Aquí tenéis a un mortal
que desprecia al embustero,
de este mundo en general
sean pastores o corderos,
porque es sirve de mal
aunque crean que es un consuelo.
Ahí está la providencia
que actúa de juez severo
para e falto de conciencia
de pastores y corderos.
Qué inútil es la creencia
de que el mal lo envía el cielo
sin querer ver la verdad
ni pastores ni corderos.
Hombres que amabais dinero
pisoteando la razón,
de nada podrá serviros
si quedais sin honor.
Aunque la planta sea grande,
vivirá sin ilusión,
vivirá siempre llorando
por la ausencia de su flor.
Ya tan solo sirve al fuego,
ya no le sirve a su dios,
por despreciar su semilla
de la fuente del amor.
Es más largo y más penoso
combatir la enfermedad,
que el hecho que la produce
por duro que sea su mal.
Cuando el hombre es ignorante
tarde suele despertar,
y entonces carga sus culpas
al que combate su mal.
Al que lucha por su bien
todo le peso le caerá,
todo el peso de la cruz
sin motivo ni piedad.