Yo conocí el sacrificio
yo he vivido con sudor,
yo conocí la alegría
yo he conocido el amor.
Viendo crecer mis cosechas
y dando gracias a Dios,
porque nos riega los campos
con su aire y con su sol,
nos alumbra y nos calienta
y nos da su corazón,
sin ninguna diferencia
reparte gratis su amor,
y nos señala su ley
en todo cuanto creó.
Aquel que esto no entienda
que mire a su alrededor,
no habrá sabio en este mundo
sin que sea observador.
Quisiera ser como el aire
sin alas para volar,
lo mismo que el pensamiento
que surca tierras y mar.
Sin fronteras ni ataduras
que me puedan sujetar,
ni cerrojos ni cadenas
ni muros por escalar,
solo quiero obedecer
a mi Padre Celestial.
Hermanos de todo el mundo,
fijaos en el Señor,
cómo reparte la lluvia,
cómo nos reparte el sol.
Cómo reparte los vientos,
cómo reparte su Amor.
Las plantas nacen mirando
la grandeza del Señor,
los hombres nacemos llorando,
somos tormento de Dios.
Justicia de las justicias
Justicia del Creador,
nada existe en el vacío
y todo tiene relación.
El que sufra en esta vida
en la otra estará mejor.
Mirar cuando un niño nace
viene al mundo con dolor,
y pasado ese tormento
entra la satisfacción.
Alejando a la malicia
se hace presente el amor,
nuestra vida no termina
somos materia de Dios.
Nuestro próximo destino
lo elegirá el Creador,
y dará a cada uno
aquello que se ganó.
Soberbia en los humanos,
orgullo de su saber,
somos ladrillos de barro,
somos torres de Babel,
somos muy olvidadizos
y ambiciosos de poder.
Nadie llegará al cielo
sólo el amor y la fe,
la tierra queda en la tierra,
el agua se irá al mar,
y ese amor que no entendemos
con Dios Padre volverá.
Yo pregunto al mundo entero
respondan después de pensar.
¿Quién es quien mueve el viento?.
¿Por qué se mueve la mar?.
¿Por qué el sol en el cielo
nos calienta sin cesar,
y nos da la luz de día
y de noche oscuridad?.
¿Por qué cae agua del cielo?.
¿Quién la ha subido del mar?.
¿Quién hace crecer la hierba
que da la fruta y el pan?.
¿No será que el Padre Eterno
nos manda siempre el Maná?.
¿Por qué los hombres se empeñan
en no mirar para atrás
para ver que Dios es bueno
y quiere a todos por igual.
¿Habrá alegría más grande
si te paras a pensar,
que el Ser que todo lo puede
nunca te dejó de amar?.
Confiemos todos en Él
apartémonos del mal
y así tendremos segura
eterna felicidad.