Condena al dinero

Si yo tuviera en la tierra
el poder de gobernar,
condenaría el dinero
en bien de la humanidad.

La moneda de cambio
serían las dosis de amar,
resolviendo un gran problema
que tiene la sociedad.

Con el maldito dinero
y ese interés material,
que va arrastrando a los hombres
por el camino del mal.

Desobediencia del pastor

La tierra está sembrada
de angustia y de dolor,
por culpa de los que mandan
los rebaños del Señor.

Ellos fueron elegidos
pastores de su nación,
para llevar su ganado
por la senda del amor.

En vez de mirar al cielo
dando gracias a su Dios,
cumpliendo bien su mandato
y siendo fiel servidor.

Se ciegan con el dinero
y esa maldita ambición
que arrastra al mundo entero
por la senda del horror.

Ellos serán los primeros
de entregar cuentas a Dios.
Si el rebaño está perdido
es por culpa del pastor.

Sangre, sudor y miel

Mentira de las mentiras,
mentiras del gran poder.
¿Por qué le vendas los ojos
al hombre que quiere ver,
y haces que el pobre vea
lo que a ti te viene bien?.

Los enfrentas entre ellos
en una guerra cruel,
mientras que tú te enriqueces
haces la sangre correr,
de millones de inocentes
que se arrastran por doquier.

Lo mismo que la colmena
cuando recoge su miel,
ya que está recolectada
entonces viene el poder.

Es la guerra en la colmena
hasta quitarle la miel,
la que en la lucha no muere,
se quedará sin comer,
por la maldita codicia
de ese maldito poder.
Por tener grandes palacios
de sangre, sudor y miel.

Maldito dinero

Voy a acusar al dinero,
que entregó al Nazareno
para arrastrar un madero,
hasta morir en la cruz.

Este maldito dinero,
va arrastrando al mundo entero
por el rastro del madero,
y las huellas de Jesús.

Yo me pongo entristecido,
cuando pienso en el dinero
que sigue abriendo el reguero
del padecer de la cruz.

Yo le pido al mundo entero,
y a aquel Cristo del madero
que no se mezcle el dinero
con la sangre de Jesús.

Queja de la vida

Yo me quejo de la vida
yo me quejo de la acción,
que proviene de los hombres
con mucha mala intención.

Por culpa de ese dinero
que nos trae la perdición,
complaciendo un poco al cuerpo
y arruinando al corazón.

Viviendo en la miseria
con tanta falta de amor,
todo sobra en esta vida
menos la gracia de Dios.
Por tanta envidia y mentira,
por eso, me quejo yo.

Progreso desenfrenado

Progreso desenfrenado,
carrera del gran saber,
cuando el hombre avanza un paso
retrocede más de tres.

Estamos todos contentos
con tanta comodidad,
contaminando el aire
andaremos para atrás.

Hombres olvidadizos
orgullosos del poder,
recordad lo que pasó
con la torre de Babel,
que no llegaron al cielo
y perdieron su entender.