En el día de tu cumpleaños
te vamos a regalar,
el cariño de tu padre
y el amor de tu mamá.
Es el temor más grande
que se puede ambicionar,
es el regalo del cielo
que no se puede comprar.
Cuando tengas un problema
cuéntaselo a tu mamá,
porque ella te guarda el secreto
y te sabe aconsejar.
Porque su sangre y la tuya
es agua del mismo mar,
y si tu alegría se agota
ella está sedienta ya.