Eres niña muy hermosa,
si quieres ser mi rosa
yo sería tu mariposa
aunque sé, que suena mal.
Me posaría entre tus hojas
y dejaría de volar,
para ser tu jardinero
y ser también tu rosal,
ofrecerte el mundo entero
y poderte acariciar.
Lo mismo que tu pañuelo
cuando tienes que llorar,
quiero mojarme el primero
y no dejar que en el suelo,
caigan perlas de la mar
de tus ojos de luceros,
que alumbran mi oscuridad
lo mismo que el sol del Cielo.