Yo nací en este mundo
entre llanto y dolor,
porque había destrozado
la casita del amor.
Tuve miedo al levantarme
de mi nidito de amor,
porque tenía que enfrentarme
tan indefenso al horror.
Mi juventud fue hermosa,
tuve que hacerme espinoso
y proteger a mi flor,
de pájaros y raposas
acorazando el amor,
con la esencia de mis hojas
que iba endureciendo el sol,
aquella casita hermosa
que mi vida destrozó.