Toda carne viva en tierra
tiene dudas y temor,
y cambia continuamente
como el cáliz de una flor.
Pero le ciega el orgullo
de su escudo protector,
se empeña en ser una roca
siendo frágil su interior.
Semillas y mariposas
en su escudo protector,
quebrantan hasta las rocas
cuando se mueve el amor.
En la fe pura y sincera,
si manda la sierra al mar
la sierra se baña entera.