¿De qué le sirve al pisado
la disculpa y el perdón,
si al dedo que le han chafado
no le quitan el dolor?.

Pues lo hecho, hecho está
ya no tiene solución,
pero, lo que sí la tiene
es seguir con el perdón,
pisando a todo el mundo
el tablero y el listón.

Y todos tan satisfechos
por aceptar el perdón,
andamos ya tan mal trechos
como barco sin timón,
y el agua llegando al techo.