¿Es pensable que un sediento
esté esperando el momento
que venga la fuente a el?.

Pues, ni siquiera un jumento
tiene tales pensamientos
y busca la fuente él,
sin pasar por el convento
y sin consejos de juez.
Tan solo por el olfato
calma el jumento su sed.

Aunque parezca mentira
tiene talento el jumento
porque Dios lo puso en el.
El hombre lo discrimina
porque no sabe leer,
por dar alguna patada
cuando él, ha dado tres.