El trabajo más honrado
que está debajo del sol,
es el más sacrificado
y es el que sabe mejor.

El que lo hace está pisado
y empapado de sudor,
y además amenazado
por quien no sabe de amor.

En la mesa del que manda
está presente el sudor,
está presente la sangre
del que fue su productor.

En la mente del que manda
se devana la ambición,
y no ve que en sus banquetes
está presente el sudor,
está presente la sangre
de su hermano, el productor.