Triste cesto destrozado
que fuiste tan mal tratado,
por las malignas termitas
de caprichosos saciados.

Tu encontraste el camino
un ser que fue destinado,
por un poder infinito
porque fueras restaurado.

Con el paso de los años
el cesto fue coronado,
con miles de florecitas
que disfrutó el ser humano.

Pero volvió la desgracia
del guiado despiadado,
de termitas insaciables
y el cesto lo han destrozado.

Pido al Todopoderoso
por el bien del ser humano
que el cesto que tanto ama
pronto sea restaurado.