¿Existe, o no existe Dios?
es la pregunta que se hace
quien no conoce el amor.
Pues existe, buen lector
y está tan cerca de ti
como el rayo está del sol.
En tu propia carne viva
ahí, tienes a tu Dios,
y el motivo de no verlo
es tu gran ocupación.
Imagina que tu padre
viviera en otra nación,
y por no querer buscarlo
dudaras si existe o no.