Yo gritaría tan fuerte
que el mundo entero me oyera,
y expresar mi sentimiento
de que el hombre esté tan ciego
como un trozo de madera.
Nunca fue suficiente
pruebas puras y sinceras,
ni los milagros de Cristo
para que el hombre creyera,
que Dios, es un Dios del bien
y Rey de la tierra entera,
lo confirmó con Jesús
para que el hombre entendiera,
que no viene de él la muerte
ni el dolor ni las quimeras.
Viene del ser que es malo
y de su ambición fiera,
y del hombre que es tan ciego
como un trozo de madera.
Después de haber hecho el mal
todos dicen: sea lo que Dios quiera
le cargan «el muerto» a Dios
y siguen siendo madera.