De una manzana podrida
yo vi un manzano nacer
aquello me hizo entender
que en este mundo la muerte
es la fuente del nacer.

Es la fuente de la vida
del hambre y de la sed
de ese amor que no conocen
los que se esconden de él.

Porque ya fue condenado
por el hombre y la mujer
se condenan a sí mismos
por no querer entender.

El amor de la existencia
es como el hambre y la sed
de lo que el mundo padece
es creado por él.