El mundo de la política
lo dirige Satanás,
porque sus frutos son guerras
y muertes en la humanidad.

Es la angustia del planeta
y también su ceguedad,
por secundar esa raza
sabiendo el fruto que dan.

El demonio está con ellos
y saben cómo engañar,
utilizando la envidia
y el interés material.

Sálvanos, Señor del Cielo,
líbranos de Satanás,
de su raza maligna
y que nos dejen en paz.