Antes de que hablen las armas
habla la inseguridad,
la maltrecha economía
y habla también la moral.
Todo está bien advertido
de forma preliminar,
pasando por la antesala
para el bien o para el mal.
Todo tiene anteproyecto
en el término plural,
antes de mover un dedo
hay aviso cerebral.
Lo mismo pasa con todo
para el que quiera observar,
la señal de la antesala
sea del bien, o sea del mal.