El hombre no quiere el bien
ni quiere la libertad,
la prueba más evidente
es la presencia del mal.

Mientras unos se divierten
otros lo pasan fatal.
A ese tiempo los primeros
le han llamado libertad,
y aquellos que son postreros:
robos, mentiras y mal.

Esto siempre ha pasado
y esto siempre pasará,
el hombre no quiere el bien
ni quiere la libertad.

La prueba más evidente
es la presencia del mal.