Las semillas y los hombres
tienen la misma misión,
echar raíces en la tierra
y al aire tallos, hojas y flor.
Lo que pasa en las semillas
no es en el hombre una excepción
cuando mueren por asfixia
por una aglomeración.
La culpa es del gobernante
de ese mal sembrador,
que se ahogan sus semillas
por no hacer bien su labor,
en los campos que nacieron
hombres, semillas y flor.