Mala es la codicia
mala es la ambición,
pero peor es todavía
ese «gasto» sin control
que está arruinando la vida
y está matando el amor.

Sembrando desconfianza,
perdiendo el hombre valor.
Ya no vale su palabra,
ya no vale su razón,
¡por esto pierde la gente
la vergüenza y al honor.