Acepto a mi Dios por Rey
y al amor por mi bandera,
he nacido para ellos
hasta el día que me muera.

Quiero que sean mi refugio
y que estén siempre a mi vera,
cuando me encuentre agobiado
que sean mi cabecera.

Así estaría tranquilo
en el lugar que me quieran,
porque soy todo de ellos
y de mi familia entera.