Los presidentes que amparan
a los ministros ladrones,
tienen gran delito por
cobardes y cabrones.
Cuando se agranda el ojal
no sujetan a los botones,
ya no se cierra la capa
y se caen los pantalones.
Se ven que son chorizos
los que se tenían por señores,
ya van cayendo del burro
ante todos los españoles.