Mirando la mar serena
y un barco que navegaba,
yo sentado en mi terraza
de pronto filosofaba.
A la mente me venía
y al instante se marchaba,
el temor del pescador
cuando hay una marejada.
Esos rostros tan curtidos
esas profundas miradas,
a las olas que le acosan
cuando el día se marchaba.
Cuando la noche sin luna
yo pensando imaginaba
¿qué será del pescador
cuando la mar se encrespara?.
Mirando la mar serena
triste yo filosofaba.