Cuando en la vida se siembra

Cuanto en la vida se siembra,
fíjense en su evolución:
siempre nace lo primero
lo que nunca se sembró,
cardos y malas hierbas
para causar el dolor,
o se cortan y se queman
o se comen lo mejor,
sin dar el menor provecho
al humilde sembrador.

Esto sucede con todo
que está debajo del sol:
el remedio es el mismo
que el Padre al principio dio,
sin excepción alguna
en todo cuanto creó.

Tú, materia natural

Tú, materia natural,
aunque eres indestructible
nunca paras de cambiar.
Igual que formas al hombre
formas cualquier animal,
formas todas las montañas,
ríos, llanuras y mar.

Toda la belleza es tuya
y en tu seno quedará;
cuando se convierta en barro
nueva vida formarás,
puede que sea una rosa,
puede ser un animal,
también puede ser un niño
que a ser hombre llegará,
puede que sea para bien,
puede que esa para mal.

De cualquier forma que sea,
también tendrán que cambiar,
para convertirse en barro
y volver a comenzar.
Es la cadena, señores,
que Dios hace funcionar;
nosotros somos el barro
que no para de cambiar.

Yo soy tierra

Yo soy tierra, yo soy aire,
soy un poquito de mar.
Soy un cuerpo que en las nubes
algún día flotará.

La energía que tengo
a su sitio volverá.
Mi alma irá con ella
y serán eternidad.

Soy como el fruto que nace,
que después de madurar,
busca a su madre tierra
y otro fruto nacerá.

Soy un pájaro que canta
en medio de un zarzal,
y rodeado de espinas
voy cantando la verdad.

Tierra de toda enseñanza

Tierra de toda enseñanza
que el Padre gratis nos da,
donde están todas las ciencias
en su forma natural,
y también su ley divina
que separa el bien del mal.

Los hombres luchan por ella
y se matan sin piedad,
se la reparten y venden,
y le llaman propiedad.

¿Qué sería de la tierra
si el hombre fuera inmortal?.
Pues como no somos buenos
nos tiene que dominar,
y nos dice con la muerte
que nadie su dueño será.
Si ella fue entregada gratis,
gratis la has de dejar.

El libro que más admiro

El libro que más admiro
es libro de la tierra
porque su ley es divina
y nadie podrá romperla.
Sin engaños ni mentiras
ni existe ambición en ella.
Si el hombre la trata bien,
no podrá quejarse de ella;
pero si la trata mal,
nunca perdona la ofensa;
siempre fue un libro abierto
para el mundo de la ciencia.
El hombre observador
se hace sabio con ella,
es la escritura de Dios
en forma de plantas tiernas,
que nacen por todas partes
para que el hombre las comprenda.
Todo el que quiera saber
en ellas tienen la respuesta.

Al que desprecia la tierra

Al que desprecia la tierra
y también la trata mal,
con estos versos que escribo
yo le voy a recordar
que de la tierra saliste
y a la tierra volverás,
el trato que des a ella
ese mismo te dará.

Igual que cuidas tu cuerpo,
a la tierra debes cuidar;
por mucho bien que le hagas,
mucho más te devolverá.
Ella no nos pide nada,
ella todo nos lo da;
también nos dará el descanso
para nuestra eternidad.
Y seguirá produciendo
para los que vengan detrás.

Esa es la gran cadena
que Dios hace funcionar,
y sufre porque sus hijos
no quieren vivir en paz.

Cualquier padre de este mundo
bien lo puede comprobar.
Si sus hijos se pelean
y no se quieren amar.
Si aquí nosotros sufrimos,
Dios Padre sufre más.