Presos de la mentira
de este mundo necio y loco
sin saber que no es vivir
morir cada día un poco.
El mal les hace creer
en el fruto de un despojo,
en el alma que no ven
negándose así a entender
que es del viento un soplo.
Es un rayo de sol,
el bien del calor,
que niega todo moroso.