Maldita envidia amargada
eres cadena del mal,
eres la mala semilla
que siempre arruinó la paz.
Eres la sombra del hombre
de toda carne mortal.
Te escondes tan silenciosa
que no te pueden notar.
Todos llevamos dentro
esa semilla del mal,
pero nadie quiere ver
las pinchas de su pajar.
¿Cuándo vendrá el cirujano
para esa espina extirpar,
y vivir en carne y huesos
en el reino de la paz?.