Si quieres luz en tus ojos
deja que encienda mi vela,
en el centro de tu cuerpo,
dónde tienes la lumbrera.
Donde tú tienes un sol
que tiene al mundo en tinieblas.
Un sol que nunca se acaba
y tiene apagada mi vela.
Yo no puedo alumbrarte
por mucho que yo te quiera
estoy hambriento y sediento
de esa infinita lumbrera.
Por miedo y por vergüenza
tiene apagada mi vela.
Tiene tus ojos sin luz
de esa infinita lumbrera.