Centro mis poesías
en torno de mi Señor,
porque me alienta y me quiere
y me da su corazón.
Soy como otro cualquiera,
yo soy uno del montón,
que reparo muy poquito
en la grandeza de Dios.
Yo me aflíjo y me entrístezco
de que haya tanto dolor,
por culpa de los humanos
por no entender el amor.