Como una vela apagada
que ni alumbra ni calienta
al mundo que le rodea,
es una vela muerta.
Así es todo ser humano
y vive sin darse cuenta
del mal tan grande que se hace
en un caminar sin vuelta.
Porque no aceptar que tu dios
es el sol que te calienta
que es el sol su creador
el centro de la existencia.
La tierra lo está diciendo
que gira siempre sobre ella
en un eterno vivir
y nadie se guía por ella.