Vida ciega e imprevisible
con temores de cobarde,
que mueres como las flores
cuando declina la tarde.
Cuando las leyes del cielo
se han cansado de aguantarte,
se han cansado de que corran
sudores, penas y sangre.
Vida ciega e imprevisible
con temores de cobarde,
que mueres como las flores
cuando declina la tarde.
Cuando las leyes del cielo
se han cansado de aguantarte,
se han cansado de que corran
sudores, penas y sangre.