Virgen del Carmen bendita,
Patrona de todo el mar,
cuida de los pescadores
que se están buscando el pan.
Todos luchan con las olas
sin atacarlas jamás,
ellos son como niños
en brazos de su mamá.
Si está calmada, los mece
con cariño maternal;
cuando se enfada, parece
que se los quiere tragar.
Por eso, Virgen, te pido.
Tú, que tienes gran bondad,
en los momentos de enfado
calma un poquito a tu mar.
Estos pobres pescadores
sólo se buscan el pan.