La vida de los obreros
es más torpe que un camino
porque aguantan los abusos
de zánganos peregrinos,
y después se van quejando
con insultos matutinos,
echando la culpa a Dios,
lo que nunca hace el camino.
Dios le dio la libertad
y a cada uno sus sentidos,
para poder defenderse
armas dio hasta al camino.
Lo sabe el hombre muy bien
del abusar del camino,
donde tropieza y perece
el zángano peregrino.